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LEISHMANIOSIS

 

 

¿Qué es la Leishmaniosis?

La leishmaniosis es una enfermedad crónica que afecta al perro (también al gato y otros animales como caballos, conejos…), está provocada por un protozoo del genero Leishmania que se transmite principalmente por la picadura de un mosquito del genero Phlebotomo (se ha demostrado la transmisión por garrapatas aunque es algo muy poco frecuente), también se ha visto que puede haber transmisión vertical de hembras preñadas al cachorro, a través de semen de machos  infectados y por mordeduras.

Se encuentra distribuida por todo el mundo, afectando sobre todo las regiones cálidas. En Europa toda la cuenca mediterránea es endémica y dentro de nuestras fronteras sólo la cornisa cantábrica se encuentra libre.

 

La Leishmaniosis es una zoonosis, es decir, puede afectar al hombre, los individuos más sensibles son los niños muy pequeños o los adultos inmunodeprimidos. Aunque también se ha visto que en hogares con perros enfermos no hay un aumento de la enfermedad en las personas.

 

Síntomas

 

Los síntomas son extremadamente variables, lo que primero apreciamos es un adelgazamiento del animal sin pérdida de apetito, problemas de piel, lagrimeo, heridas en orejas que no acaban de curar. La enfermedad si no se trata progresa afectando gravemente al riñón.

Resumen de manifestaciones clínicas:

 

General

○ linfadenopatía generalizada (aumento de ganglios generalizado)

○ pérdida peso

○ apetito variable

○ letargia

○ palidez de mucosas

○ esplenomegalia (aumento del bazo)

○ polyuria y polydipsia (aumento de sed  y de orina)

○ fiebre

○ vómitos

○ diarrea

 

Cutáneas

○ dermatitis exfoliativa sin prurito o prurito moderado

○ dermatitis erosive-ulcerativa

○ dermatitis nodular

○ dermatitis papular

○ dermatitis pustular

○ onicogrifosis

 

Oculares

○ blefaritis (exfoliativa, ulcerativa, o nodular)  y conjuntivitis (nodular)

○ queratoconjuntivitis

○ uveitis anterior

 

Otras

○ lesions mucocutáneas o mucosas ulcerativas o nodulares (oral, genital y nasal)

○ epistaxis (sangrado nasal)

○ cojera (poliartritis erosiva o no erosiva, osteomielitis, polimiositis)

○ miositis atrófica de los músculos masticadores

○ desórdenes vasculares (vasculitis sistémica, tromboembolismo arterial)

○ desórdenes neurológicos

 

Existen razas predispuestas a desarrollar cuadros más graves, como el pastor alemán, el cocker spaniel y el bóxer, asi como razas más resistentes como podencos y lebreles.

 

 

 

Diagnóstico y clasificación

 

Lo más difícil de esta enfermedad es diagnosticarla correctamente y clasificarla según los síntomas de cada animal. Esto es básico para empezar o no un tratamiento y así garantizar una calidad de vida a nuestro perro.

 

Para diagnosticarla tenemos diferentes técnicas. Al vivir en una zona endémica, lo correcto es realizar screenings anuales tenga el perro síntomas o no, hemos de tener en cuenta que la leishmaniosis es una enfermedad que puede tardar meses en dar síntomas clínicos evidentes por lo que diagnosticarla a tiempo es primordial. Estas analíticas se pueden llevar a cabo en la propia clínica con los llamados tests rápidos, en 10 minutos sabemos si el perro es positivo o no.

  • Perro negativo: normalmente no enfermo.

  • Perro positivo: hay que hacer una analítica sanguínea completa (hemograma y chequeo general) y pruebas de laboratorio de leishmania para ver cual es exactamente la cantidad de parásito. Es MUY importante esto ya que podemos distinguir entre un perro realmente enfermo de uno que sólo ha estado en contacto con el parásito.

 

A veces las cosas no están tan claras y las pruebas de sangre nos dan dudoso, en este caso esperaremos un par de meses y repetiremos. Si sigue saliendo dudoso pasaremos a una prueba más compleja  como es la PCR, en esta prueba detectamos DNA del parásito por lo que es mucho más precisa, eso si, necesitamos otro tipo de muestra (médula ósea, bazo, aspirado de ganglio o hisopo conjuntival).

Otras veces tenemos solo una pequeña lesión alrededor de la nariz o entre los dedos que no acaba de curar nunca, en estos casos haremos una citología para localizar el parásito.                   

 

 

Podemos  encontrar 3 situaciones diferentes:

  • Perros sanos: perros no infectados (o que se han infectado y se han curado)

  • Perros infectados pero que no han desarrollado la enfermedad: son perros infectados de leishmania pero que aún no han desarrollado la enfermedad y puede que nunca la desarrollen. Estos perros no se tratan

  • Perros infectados clínicamente enfermos: en estos casos tenemos que estudiar muy bien el estado en el que se encuentra el perro para empezar un tratamiento.

 

La clasificación de los perros enfermos es la siguiente:

 

Estadío I

 Perros negativos o positivos bajos

 Signos clínicos leves

 Pronóstico bueno

Estadío II

 Perros positivos bajos a altos

 Signos clínicos medios

 Pronóstico bueno a reservado

Estadío III

 Perros positivos medios a altos

 Signos clínicos medios-graves

 Pronóstico reservado a malo

Estadío IV

 Perros positivos medios a altos

 Signos clínicos graves

 Pronóstico malo

 

 

Tratamiento

 

Se usan diferentes medicamentos.  Los más comunes y efectivos son:

  • Glucantime: inyecciones subcutáneas durante 30 días

  • Milteforan: jarabe durante 28 días

  • Alopurinol: pastillas durante un mínimo de 6 meses.

  • Otros medicamentos como el leishguard se pueden usar como preventivos o en combinación con otros ya que estimulan la inmunidad.

  • Tratamientos de riñón, antibióticos, dermatológicos, etc…

Hay que hacer analíticas frecuentes para ver la evolución de la enfermedad, a veces también ecografías, analíticas de orina, etc…

 

 

Prevención

 

Vivimos en una zona endémica de leishmania por lo que lo más importante es la prevención.

El mosquito transmisor vive en época de calor por lo que lo encontraremos desde la primavera hasta el otoño, cada año tenemos más meses cálidos por lo que necesitaremos prevenir la picadura durante más tiempo. Para ello en el mercado encontramos muchos productos, pipetas, collares antiparasitarios, collares de citronella, etc además de esto tendríamos que evitar que el perro durmiera en el exterior.

 

También encontramos la vacunación contra la leishmania (CaniLeish), se ponen tres dosis separadas 3 semanas y se revacuna anualmente. Antes de empezar la vacunación hay que comprobar que el animal está sano (NO se pueden vacunar perros enfermos de leishmaniosis) y antes de la revacunación anual se debe hacer un test también, se han visto reacciones secundarias a la vacunación de leves a graves en un % más elevado que en otro tipo de vacunas.

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La conmiseración con los animales está íntimamente ligada con la bondad de carácter, de tal suerte que se puede afirmar seguro que quien es cruel con los animales, no puede ser buena persona. Una compasión por todos los seres vivos es la prueba más firme y segura de la conducta moral...​​



Arthur Schopenhauer.

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